LA COMUNIDAD ENFRENTADA

La historia de los textos filosóficos sobre la “comunidad” en los años 80 sería digna de ser escrita con precisión, puesto que es, entre otras historias, pero más que otras, reveladora de un movimiento profundo del pensamiento en Europa en aquella época –un movimiento que todavía nos está conduciendo, aun si es en otro contexto muy diferente, y en el cual el motivo de la “comunidad”, en lugar de salir a luz, parece estar hundiéndose en un peculiar oscuridad (sobre todo en el momento de de escribir estas líneas: a mediados de octubre de 2001). En La Communa uté désouv rée e voqué el comienzo de esta historia, pero de manera demasiado elíptica. Vuelvo ahora, con ocasión de este prefacio, y con el distanciamiento del tiempo que permite entender mejor las cosas. Al mismo tiempo, el cargado contexto al que acabo de aludir –las devastaciones y las guerras comunitaristas de todo tipo y de todo “mundo” (el Antiguo, el Nuevo, el tercer y el cuarto, el Norte y el Sur, el Este y el Oeste)- vuelve quizás deseable volver a trazar un movimiento que, si proviene del pensamiento, es sólo porque proviene en primer lugar de la existencia.