Nació bajo el sol de Martinique y creció en Alsace. De pequeña odiaba ir a clases de preescolar porque no le gustaba jugar. Empezó a gustarle ir a clase cuando aprendió a leer. Fue entonces cuando un mundo mágico se abrió delante de ella, un mundo lleno de ratones bailando con gatos, llaves mágicas que abren puertas llenas de sueños, etc. Hasta que un día, con doce años, se dio cuenta de que quería leer más historias, pero no encontraba esas historias, por lo que decidió comenzar a escribirlas ella. Desde entonces ha estado escribiendo sin parar mientras terminaba el instituto, se graduaba de Lingüística y obtenía un diploma como maestra. Sus historias tratan temas reales, hablan sobre la tolerancia y el respeto.